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Historial De juego Entre Millonarios Vs Once Caldas

Llega uno de los partidos más esperados de la quinta fecha, el juego donde se enfrentan el primero de la liga Millonarios y el segundo Once Caldas. Un partido de pronostico reservado, pero de una historia bastante amplia y rica en datos. Aquí recordaremos esos datos y números.
 
Hablar del juego entre Millonarios y Once Caldas, es hablar de una partido que tiene mucha historia, muchos juegos y datos para el recuerdo. Empezando el total de juegos entre estos equipos es de 205, siendo de ellos 90 triunfos azules, 52 blancos y 63 empates. En Bogotá han sido 102 de esos encuentros, con 60 victorias del local, 13 del visitante y 29 empates. En total se han marcado 589 goles, 329 embajadores y 260 caldenses. Pero este historial va más allá, ya que nuestro equipo ha enfrentado a cinco equipos diferentes de Manizales y esos equipos están divididos así: Once Deportivo, Deportes Caldas, Deportivo Manizales, Atlético Manizales y Once Caldas.
 
-8 partidos contra Once Deportivo: 7 triunfos y una derrota.
-8 partidos contra Deportes Caldas: 6 triunfos, un empate y una derrota.
-6 partidos contra Deportivo Manizales: 4 triunfos, un empate y una derrota.
-2 partidos contra Atlético Manizales: 2 derrotas
-178 juegos contra Once Caldas: 71 triunfos, 61 empates y 46 derrotas.
 
En los siete primeros partidos que se disputaron en Bogotá entre uno y otro terminaron con sendas victorias de Millonarios. En ellos, el local anotó 24 goles y únicamente permitió 6. Solo hasta la décima visita el cuadro manizaleño pudo conseguir una victoria en la capital, fue por marcador de 2-4, cuando el nombre del equipo era Atlético Manizales. La mejor racha de los ‘albos’, jugando en Bogotá data de 13 partidos sin derrotas, siete empates y seis triunfos. Esta racha se cortó el año anterior, cuando con anotación de Mayer Candelo en la semifinales del torneo Apertura Millonarios ganó 1-0.
 
Entre los años de 1970 y 1976 el ‘Embajador’, tuvo una racha de 13 juegos sin conocer la derrota, fueron 12 triunfos y un empate, todos en Bogotá. Se cortó con un 0-1 logrado con tanto de Nelson Gallego. Pero la mejor racha para los nuestros en condición de local data de 24 juegos  sin conocer la derrota, sucedió entre 1976 a 1990 y fueron 17 triunfos y 7 empates.  En los últimos cinco encuentros se han presentado dos victorias azules, dos de los albos y un empate. La última victoria de Millonarios sucedió el pasado mes de septiembre con gol de José L. Tancredi, mientras que por parte del Once, sucedió también el año anterior pero en el Apertura con gol de Wason Rentería, hoy en nuestro club.
 
Estos son algunos de los jugadores que han pasado por los dos equipos: Delio Gamboa, Pedro Prospitti, Carlos Alberto Valencia, Rubén Darío Hernández, Daniel Tilger, Óscar Córdoba, Juan Carlos Henao, Alexander Daza, Alexander Lemus, Wilson Cano, Francisco Foronda, Jorge Salcedo, Jimmy Asprilla, John Edwin García, Édgar Cataño, Mauricio Casierra, Róller Cambindo, Javier Araujo, Herly Alcázar, Miguel Rojas, Sebastián Hernández, Rafael Robayo, Avimileth Rivas, Ricardo Ciciliano, Andrés Mosquera, Nilson Cortés, Elkin Blanco, Luis Carlos Tejada, Ariel Carreño, José Alcides Moreno, Jefferson Angulo, Wason Rentería

Titulos Del Cuadro Embajador


Primera estrella (1949)
Artículo principal: Campeonato colombiano 1949.
El primer título del fútbol profesional colombiano de Los Millonarios, lo obtuvo en lo que se conoce como el inicio del "Dorado", al vencer en la final al Deportivo Cali, luego de terminar empatados con 44 puntos en la tabla de posiciones. La final se jugó ida y vuelta. En Cali, ganó Los Millonarios 1-0 con gol de Adolfo Pedernera. En Bogotá el triunfo azul fue de 3-2 con goles de Alfredo Di Stéfano, Alcides Aguilera y Adolfo Pedernera; por el Cali descontaron Valeriano López y Barbadillo. Pedro Cabillon fue el Botín de Oro con 42 goles, récord vigente hasta la actualidad. El técnico era Carlos "Cacho" Aldabe, quien fue el que recomendó la traída de Pedernera.7 Los Millonarios alcanzó a ganar 17 partidos consecutivos (Récord Nacional) y sumó 20 fechas de invicto, cayendo en la última fecha, lo que obligó al desempate.8

Segunda estrella (1951)

Consiguió su segundo título con superioridad, sumando 60 puntos, 11 más que el segundo, copitos jhonson, ganó 28 partidos, empató cuatro y perdió dos, anoto 98 goles y tuvo la valla menos vencida al recibir solamente 29. Este fue el primer equipo al que se le denomino el "Ballet Azul" por lo que describía la prensa como su juego indescriptible de estilo rioplatense. Llenaba todos los estadios donde jugaba y el equipo azul tomó importante popularidad a nivel nacional. Alfredo Di Stéfano fue el máximo goleador con 31 tantos. Ya el entrenador -a la vez jugador- era Adolfo Pedernera, ante la salida de Aldabe.9

Tercera estrella (1952)

Para el equipo azul llegó el bicampeonato -primer equipo colombiano en lograrlo- en 1952. Nuevamente, Millonarios fue superior a los otros 14 equipos del campeonato. Jugó 28 partidos de los cuales ganó 20, empató seis y sólo perdió dos. 71 goles a favor -la mejor delantera- y tan solo 13 goles en contra para un total de 46. El subcampeón fue nuevamente el Boca Juniors de Cali a seis puntos de diferencia, Millos se aseguro el título con empate 1:1 ante Atlético Nacional en Medellín. Alfredo Di Stéfano volvió a ser el máximo goleador con 19 tantos, uno más que Carlos Alberto Gambina del Junior.10

Cuarta estrella (1953)

Era el final del ‘‘Dorado’’, las figuras extranjeras regresaban a sus países, pero seguía habiendo un equipo muy superior a los demás, ya sin Di Stéfano, pero con Pedernera y Rossi, Millonarios gana su tercer título en línea, y sólo perdió un partido: en la primera fecha ante el Atlético Quindío en Armenia 0-1 y no volvió a perder en las restantes fechas, ganó 14 juegos y empato 7, anoto 57 goles y fue la mejor defensa con 22 tantos recibidos, sumo 35 puntos, dos más que el Quindío que fue su más cercano perseguidor.11 Inicio un invicto de 24 fechas sin perder, que fue récord hasta 1988. En este año también gana la Copa Colombia al vencer al Boca Juniors de Cali, su enconado rival del "Dorado" y además la Pequeña Copa del Mundo de Clubes disputada en Caracas.

Quinta estrella (1959)

Después de cinco años y con el inicio del ciclo en la dirección técnica de su ex-arquero en la época del "Dorado", el médico Gabriel Ochoa Uribe, volvió a ser Campeón, con la mejor defensa (solo 8 partidos perdidos) y un total de 58 puntos, seis más que el Independiente Medellín y 8 más que Deportivo Cali, sus más duros rivales durante la temporada. De 44 partidos, ganó 22, empató 14 y solo perdió 8, anoto 85 goles y solo recibió 52. La delantera estaba conformada por Marino Klinger, Orlando Larraz y Hugo Contreras. Se aseguro el título venciendo por 3:1 al Cucuta Deportivo en la Capital de la república, haciendo su diferencia indescontable.12

Sexta estrella (1961)

El año anterior el esfuerzo llegando a Semifinal de Copa Libertadores 1960 afecto al equipo, volvió a su mejor nivel en 1961 con una campaña aún mejor, de los 44 partidos, ganó 25, empato 12 y perdió 7, la mejor delantera con 95 tantos, recibió 56 y sumo 62 puntos, haciendo una enorme diferencia de 8 puntos ante su único perseguidor, el Independiente Medellín. Se había contratado a Julio Cozzi, el arquero del "Ballet Azul" como entrenador. Millonarios inició ganando los primeros 6 partidos, pero luego no despego, los directivos reconocieron el error y el Ochoa que había renunciado en octubre de 1960, regreso en el mes de mayo y pidió la contratación de Delio "Maravilla" Gamboa, del Atlas de Guadalajara, el mejor jugador colombiano de la época, quien llegó en julio y fue clave en la recuperación del equipo, en un invicto de dieciséis fechas y la obtención del título. Dio la vuelta olímpica el 5 de diciembre venciendo por 5:3 a Nacional en El Campin.13

Séptima estrella (1962)

El equipo azul siguió de largo, de 44 partidos, ganó 25, empató 11 y perdió 8, campaña similar a la anterior, marco 96 goles y fue la mejor defensa con 44, para sumar 62 puntos, 5 puntos más que el Deportivo Cali,14 a quien el 27 de mayo le aplico una histórica paliza de 7-0. Se coronó campeón el 25 de noviembre a falta de tres fechas en un doblete ante Atlético Quindío al que le ganó 4-1 y al Olimpia de Paraguay al que venció por el mismo marcador y con su equipo de suplentes. Además no pierde en las últimas 16 fechas.

Octava estrella (1963)

Con la llamada ‘‘Línea Brasileña’’ se consigue su segundo tricampeonato en línea (al lado de América, único equipo colombiano en hacerlo), Millonarios trae a José ‘‘Pepe’’ Romeiro Cardozo, el mejor jugador del Campeonato, logra la mayor goleada de su historia el 7 de julio cuando golea al Deportes Tolima por 8-0. Santa Fe y Deportivo Cali lo acosaron hasta las últimas fechas pero no les alcanzó. De 48 juegos, Millonarios ganó 27, empató 9 y perdió 12, anotó 102 goles y recibió 60 para un total de 63 puntos, dos más que los albirrojos y tres más que los vallecaucanos.15 Además se corona Campeón de la última edición de la Copa Colombia venciendo al mismo Deportivo Cali. Ganó 7 partidos consecutivos en el año, entre ellos el partido de vuelta de la final de la Copa Colombia, el 9 de junio, por 2-1.

Novena estrella (1964)

Millonarios llegaba a la última fecha con 57 puntos, dos más que el segundo, Cúcuta Deportivo. Pero por calendario Millonarios debía descansar en la fecha final, así que si el Cúcuta ganaba podría forzar a una serie por el título.16 Luego de las dificultades en el desplazamiento, Cúcuta empieza venciendo al Once Caldas, pero en el segundo tiempo se desploma y el Caldas consigue el empate, escapándose la posibilidad de forzar a una final contra Millonarios, que ganó el título con un punto de diferencia. De 48 juegos, ganó 21, empató 15 y perdió 12, anotó 87 goles y recibió 72.17 De esta forma, "Millos" se convertía en el primer equipo en ganar un tetracampeonato en línea, esta vez dirigido primero por el brasileño Joao Avelino (ya que Gabriel Ochoa salió en febrero luego del juego ante River Plate), que luego por problemas de salud se retiró a mitad de año, siendo reemplazado por su asistente, Efraín Sánchez, que a su vez actuó en algunos juegos como arquero, compartiendo el puesto con Senen Mosquera.

Décima estrella (1972)

Habían pasado ocho años luego del último campeonato nacional obtenido por Millonarios. Con el regreso de Gabriel Ochoa Uribe al banquillo técnico, el club obtuvo su décimo título. El Torneo Apertura finalizó con el equipo capitalino como ganador con 38 unidades. Para el Finalización culminó segundo, con el mismo puntaje de Deportivo Cali (primero) y Atlético Nacional (tercero). Por ello se disputó un desempate entre los tres, el cual ganó el conjunto caleño.
El triangular final lo disputaron Millonarios, Deportivo Cali y Junior. En el último partido jugado el 28 de enero de 1973 Millonarios y Cali igualaron 0-0 en Bogotá, lo cual dio a los "azules" el título con 5 puntos, seguido por Cali con 4. Junior fue último con tres unidades.18 La delantera de Millonarios la conformaban Alejandro Brand, Willington Ortiz y Jaime Morón.

Undécima estrella (1978)

En los años anteriores el club se había quedado a un paso del título al ser subcampeón en 1973 y 1975 y tercero en 1974, 1976 y 1977.
La campaña 1978 inició mal. Los dirigidos por Osvaldo Panzutto finalizaron sextos del Torneo Apertura con 27 puntos.
En el Torneo Finalización el argentino Pedro Dellacha toma la dirección técnica del equipo, obteniendo el segundo lugar con 26 puntos y clasificando así a las semifinales. En dicha instancia fue segundo del Grupo B con seis puntos.
Sin Alejandro Brand (lesionado), pero con Willington Ortiz, Jaime Morón, Juan José Irigoyen y Daniel Onega en la delantera, venció a Nacional en Medellín por 2:0, a Santa Fe en el clásico por 1:0, empato con Nacional 1:1 en Bogotá y en ambos juegos con Deportivo Cali 0:0 y 1:1, para llegar a definir todo el 20 de diciembre en la última fecha del torneo en el derbi capitalino.
Con El Campín a reventar, a los 18 minutos del primer tiempo ya el conjunto azul ganaba 3-0 con goles de Irigoyen, Morón y Ortiz. Santa Fe descontó en la segunda parte, señalando el 3-1 definitivo, pero no le alcanzó para ganar el partido ni menos el campeonato. Millonarios con nueve puntos ganó su título número 11 frente a su rival de plaza en Bogotá.19

Duodécima estrella (1987)

Nueve años debió esperar la institución para obtener un nuevo título. Luis Augusto "Chiqui" García tomó la dirección técnica del equipo logrando una campaña inesperada.
En el torneo local ganó los tres torneos y cinco tablas del año. El Apertura en final al América con victoria 3-1 en Bogotá y empate 0-0 en Cali; Ell Finalización con 40 puntos, cuatro de ventaja al Atlético Nacional; La Reclasificación con 62 puntos, nueve más que Nacional y la máxima bonificación de 2 puntos.
Logró un invicto de 22 fechas. En la última fecha se coronaba campeón en el octogonal final con solo empatar. El 20 de diciembre venció por 1-0 con gol de Óscar "Pájaro" Juárez al Junior en Bogotá y logró su estrella 12 con 22 puntos, dos más que el América de Cali. Fue la mejor campaña de su historia en ese sistema de torneo, anoto 101 goles y solo recibió 54, con la mejor defensa, en total acumulo 86 puntos.20
Además ganó los dos torneos internacionales en que participó: la Copa Marlboro, superando al Atlético Nacional, Tottenham Hotspur de Inglaterra y América de México;21 y la Copa Miami donde derrotó al Colo-Colo de Chile, al São Paulo de Brasil y la Selección de fútbol de los Estados Unidos.22 23

Decimotercera estrella (1988)

Su estrella 13 fue difícil de conseguir.A pesar de ganar el torneo de los pentagonales con 11 puntos, y ganar el Finalización con 42 puntos, uno más que Santa Fe, obteniendo una bonificación de 1.50.
Jugaba el 18 de diciembre en Barranquilla ante Junior, pero al mismo tiempo jugaban Santa Fe y Nacional. Los Embajadores llegaban empatados en 23.50 puntos con Nacional pero con mejor diferencia de goles a favor.
Terminado el primer tiempo, Millonarios perdía 0-1 en Barranquilla y Nacional era el campeón ganando 1-0 en Bogotá. Al minuto 13 del segundo tiempo, Mario Vanemerak iguala para Millonarios, luego Santa Fe empata en Bogotá. Millonarios trato por todos los medios de conseguir el gol de la victoria pero no fue posible, debió esperar el final en Bogotá. Pero finalmente pudo coronarse Campeón, el segundo del "Chiqui" García, además totalizó un récord de 26 fechas sin perder, superando su propia marca de 1953-54.24

Copa Colombia

1952-53
Millonarios ganó su primera Copa Colombia, luego de salir subcampeón en el año anterior.,25 venciendo en ambos partidos al Boca Juniors de Cali, su gran rival de la temporada y precisamente el equipo que lo había vencido en la final de la edición anterior. Gana ambos juegos de la final, en la ida en Cali por 2-0 y luego en Bogotá por 3-2.26

1962-63
Millonarios ganó por segunda vez la Copa Colombia, el trofeo Copa Colombia como tal le es entregado definitivamente a Millonarios por ganar consecutivamente los Campeonatos de 1951, 1952 y 1953 y la Copa Colombia 1952-53 y luego los Campeonatos de 1961, 1962 y 1963 y la Copa Colombia 1962-63. Vence en ambas finales al Deportivo Cali, ganando 3-2 en Cali y por 2-1 en Bogotá, el 9 de junio, coronándose campeón.27


Copa Colombia 2011.
Millonarios ganó su tercera Copa Colombia, (oficialmente y por motivos de patrocinio, Copa Postobón 2011) luego de 48 años de malas no positivas, el día 27 de octubre venciendo en ambos partidos al Boyacá Chicó por marcador de 1 a 0 en Tunja y Bogotá para un global de 2 a 0, convirtiéndose en el equipo con mas copas colombia

Copa Merconorte 2001
El más reciente título internacional oficial fue la Copa Merconorte 2001, torneo donde participaban algunos equipos de América del Norte y los considerados equipos más importantes de los países del norte de Suramérica, que se disputó durante cuatro años y Colombia con sus equipos tuvo el dominio total de la competencia. Millonarios participó en los cuatro torneos, y fue uno de los equipos con mejores resultados, tuvo grandes actuaciones como fueron la semifinal en 1998, el subtítulo en la edición de 2000 y el título de 2001.
Ganó el Grupo B de la primera fase con 12 puntos por encima de Guadalajara de México, MetroStars de Nueva York e Italchacao de Venezuela. La clasificación a la semifinal fue el 31 de octubre en Giants Stadium con victoria 1-0 en el minuto 93, tanto conseguido por Johan Viáfara.28
La semifinal fue ante Necaxa en México, donde perdió el juego de ida 3:2 en el Estadio Victoria de Aguascalientes. La revancha en Bogotá finalizó con el mismo marcador, pero en favor de los azules (3:2), por lo cual se llegó a la definición desde el punto penal donde Millonarios se impuso 3:1.29
La final del torneo fue ante Emelec de Ecuador. El primer partido en Bogotá fue el 13 de diciembre, y finalizó 1:1. El 20 de diciembre se disputó el partido de vuelta en Guayaquil, el cuál finalizó con el mismo marcador pese a que Millonarios comenzó ganando con gol de Juan Carlos Jaramillo ('29m). La igualdad de Emelec la anotó Otilino Tenorio ('50m). En la definición por la lotería de los penales, el conjunto embajador se impuso 3:1 gracias en parte a que el venezolano Rafael Dudamel atajó dos cobros.
Este fue el primer título oficial ganado por Millonarios luego de 12 años de sequía. Millonarios se quedó en definitiva con la Copa Merconorte además de finalizar como líder de la tabla histórica de esta competición con 54 puntos.30
Participaciones en torneos de la Conmebol
Millonarios ha clasificado en 22 ocasiones a torneos internacionales oficiales organizados por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), desde 1960, cuando hizo parte de la primera edición de la Copa Libertadores de América.
En dicha competición, a la que ha clasificado en 15 ocasiones, Millonarios realizó sus mejores campañas en 1960, 1973 y 1974, cuando llegó hasta las Semifinales. En épocas recientes, llegó hasta los Cuartos de Final en 1989, 1995 y hasta los Octavos de Final en 1997, la cual fue su última participación en el torneo, ya hace 14 años.
También ha participado de la Copa Merconorte, siendo campeón en el año 2001, subcampeón en el 2000 y semifinalista en 1998. Posteriormente participó en la Copa Sudamericana en dos ocasiones, llegando hasta la Semifinal en la edición del 2007.
Tabla histórica
Artículo principal: Anexo:Tabla histórica de la Categoría Primera A.
Millonarios ocupa el primer lugar de la tabla histórica de puntos del fútbol profesional colombiano de todos los tiempos, publicada al finalizar el año 2008, con 3.750 puntos. En esta tabla se asignan 2 puntos por victoria hasta 1994 y 3 puntos por victoria a partir de 1995, e incluye todos los campeonatos disputados a partir de su primera edición en 1948.4 En la tabla anexa (ver Anexo:Tabla histórica de la Categoría Primera A) se actualizan constantemente los datos, sumando los puntos obtenidos por cada equipo desde la publicación de la misma por parte de la División Mayor del Fútbol Colombiano

Leyendas Del Club Embajador


Resulta ardua labor la de tener que escoger un puñado de nombres de entre una multitud de grandes jugadores que a lo largo de los años han vestido la camiseta embajadora. No en vano, Millonarios se jacta de tener bajo su registro a decenas de jugadores de talla continental y mundial, e incluso, hay equipos mismos, tan legendarios, que buena parte de la nómina merecería un sitial de privilegio.
Sin embargo, a pesar de que hayan existido grandes jugadores e ídolos en la historia azul, éste espacio será dedicado sólo a quienes son considerados verdaderas leyendas, sin cuya presencia, Millonarios no se habría convertido en el equipo más grande y respetado de Colombia.
Para empezar, estará el Maestro Adolfo Pedernera, probablemente el jugador más importante en la historia del club, a quien paulatinamente se le irán uniendo más nombres que llenaron de gloria la camiseta azul.
El Maestro
Posición: Delantero/Director Técnico
País: Argentina
En Millos: 1949-1954
Campeón: 1949 – 1951 – 1952 – 1953
Equipos: Huracán, River Plate, Atlanta y Millonarios
“Como él, nadie”. La sentencia fue de Obdulio Varela, el célebre capitán uruguayo que condujo a su selección a la victoria sobre Brasil en el famoso Maracanazo. Quizá, no exista una forma más certera de expresar en palabras lo que el fútbol y el carisma de Adolfo Pedernera implicaban en una cancha de fútbol: fue simplemente incomparable.
Considerado, sin lugar a discusión, como uno de los mejores y más respetados jugadores de todos los tiempos y lugares, El Maestro, sobrenombre con el que admiradamente se le reconoció, les regaló a los aficionados al fútbol, tanto como a sus compañeros y rivales, la magia de un juego desbordante en inteligencia, talento, carisma, elegancia y sensacionalidad.
Fue un jugador excepcional en medio de una era y un fútbol de excepción. Un estratega y a la vez un ilusionista. Con él, Millonarios inició y culminó la más grandiosa era que haya visto nuestro fútbol y nuestro equipo; fue el pilar sobre el cual se construyó El Dorado, aquella mítica época que convirtió al Ballet Azul en el mejor equipo del mundo, y a sus integrantes, en los forjadores de un juego de antología que pocas veces –o ninguna acaso- se repetirá.
Nacido el 18 de Noviembre de 1918, en Avellaneda (Argentina), ya desde muy joven, Adolfo deslumbraba por su prodigiosa y contundente técnica para jugar al fútbol. Primero ingresó a Cruceros de la Plata, para pasar poco después a las inferiores de Huracán, por entonces uno de los grandes de Argentina. En 1933 se vinculó a River Plate, en donde rápidamente sus condiciones lo catapultarían a la gloria.
En 1935, cuando apenas contaba con 16 años de edad, debutó con el equipo de la banda cruzada. Un año después ya había conseguido el título y fue llamado a integrar la Selección Argentina, con la cual, en 1937, se coronaría campeón de la Copa América, suceso que se repetiría en 1941 y 1945, conformando así una de las selecciones gauchas más brillantes de las que se tenga memoria, y que sin duda fue la mejor del mundo en la década de los 40. Vinieron entonces los numerosos apelativos: El Maestro, El Genio, El Napoleón del fútbol.
Solamente la Segunda Guerra Mundial lo detuvo en sus aspiraciones, pues nunca pudo participar de un Mundial, lo cual privó al mundo de ver en su esplendor su sensacional fútbol. Renato Cesarini, célebre técnico de River Plate y Juventus, comentaría al respecto: "La guerra del 39 impidió su consagración internacional. El mundo entero se perdió de ver a Pedernera, un jugador tan excepcional, que a veces parecía mentira que existiera".
Su impresionante carrera, sin embargo, siguió tomando forma en River Plate, cuadro con el que se convirtió en una verdadera leyenda, después de conseguir cinco títulos en once años militando en sus filas, y en cual conformó otro cuadro de ensueño, La Máquina, una de las escuadras más recordadas y admiradas en toda la historia del fútbol argentino, que además del Maestro, quien era el cerebro del equipo, contó con jugadores como Ángel Labruna, José Manuel Moreno, Félix Lostau y Juan Carlos Muñoz.
También, en el cuadro de Núñez, llegó a compartir equipo con otros grandes jugadores como Hugo Reyes, Antonio El Maestrico Báez, Néstor El Pipo Rossi, y por supuesto, el gran Alfredo Di Stéfano. Con todos ellos volvería a verse en Millonarios, pero antes, en 1947, Atlanta, el equipo de Villa Crespo, hizo una millonaria oferta a River para contar con sus servicios.
Las cosas no marcharon bien con el cuadro bohemio y, en 1948, ya sin muchas aspiraciones, volvió a su club de origen, Huracán. Se pensaba entonces que el fútbol de Pedernera se marchitaría, pero, como los buenos vinos, El Maestro estaba a punto de demostrar que el tiempo sólo había curtido de magistralidad su ya, de por si, fantástico fútbol.
Siendo toda una institución del fútbol argentino, y una leyenda para los aficionados en general, tomó el liderato de los Futbolistas Argentinos Agremiados (junto con sus grandes colaboradores, Alfredo Di Stéfano y Néstor Pipo Rossi), quienes se habían unido para exigir el respeto de sus derechos como profesionales. La situación entre los Agremiados y la AFA se torno cada día más difícil, con lo que se originó la primera y famosa huelga de futbolistas en el campeonato de ese país.
Carlos Cacho Aldabe, zaguero ex-figura de Platense y Alianza Lima, y por aquel entonces entrenador de Millonarios, llegó a Buenos Aires y tentó a Pedernera de viajar a Bogotá y unirse al cuadro embajador, en donde, por disposición de Mauro Mórtola y Don Alfonso Senior, dirigentes de Millos, se quería conformar un cuadro lleno de estrellas, después del fracaso del conjunto albiazul en el primer torneo del fútbol colombiano, donde se esperaba que fuese campeón.
El Maestro aceptó, y con su llegada se abrió la página más gloriosa de la que tenga registro el fútbol colombiano hasta la fecha… la del fútbol arte y el espectáculo lírico con el balón: El Dorado. Su traspaso se concretó el 8 de Junio de 1949 y el día 10 de ese mismo mes arribó a Bogotá. Más de 5.000 hinchas de Millonarios lo recibieron eufóricos en el Aeropuerto de Techo, donde fueron necesarios 200 autos y 25 buses para transportarlos.
Después de éste espectacular recibimiento, Pedernera finiquitó su contrato en las instalaciones del Club y se instaló en una lujosa residencia al norte de la Capital. Un día después de su llegada, el 11 de Junio, asistió al partido entre Millonarios y Atlético Municipal (ahora, Atlético Nacional), que ganaron aplastantemente los azules, por marcador de 6-0. El estadio se llenó sólo para conocerlo.
El 25 de Junio El Maestro se enfundó por primera vez la azul camiseta de Millonarios y, frente a un estadio con total sobrecupo, no defraudó. Millos se impuso 3-0 al Deportes Caldas, y a pesar de no anotar, el diez argentino deslumbró con la desbordante calidad de su juego. La prensa bogotana comentaría al día siguiente: “Un fenómeno, un artista, el maestro del pase, la muestra de la inteligencia. Después del debut del Maestro, todo es posible”.
Las páginas de todas las publicaciones del país se llenaron con su imagen y con relatos que narraban sus hazañas en Argentina. No tardó tiempo para que Pedernera gestionara la llegada a Millonarios de Alfredo Di Stéfano y Pipo Rossi, con lo que se empezó a consolidar la leyenda de El Ballet Azul. Ese año Millonarios arrasó con el campeonato colombiano, aún a pesar de que las nóminas de los demás equipos del país también empezaron a llenarse con figuras del exterior.
Tanto así que, en palabras del propio Alfredo Di Stéfano, Millos jugaba al “5 y baile”, que consistía en dejar de anotarle goles al equipo rival después de hacerle el quinto, para no humillarlo. Es por eso que las grandes goleadas no se vieron para Millonarios en El Dorado, pero si es posible constatar que éste impresionante equipo del 49 logró nueve victorias consecutivas (Bucaramanga, América, Barranquilla, Bucaramanga, Pereira, Once Deportivo, Atlético Municipal, Huracán y Deportes Caldas) con cinco goles a favor, racha que se rompió cuando vencieron 6-3 a Santa Fe.
Incluso, los dos goles determinantes para la consecución del campeonato fueron anotados por El Maestro, en la final ida y vuelta contra Cali (1-0 y 3-2 a favor). El festejo de ese primer título, tanto por parte de aficionados, jugadores y directivos, fue alucinante… sin embargo, pocos presagiarían el lugar privilegiado que la historia les tenía reservado. En 1950, después de un considerable bajón en el rendimiento del equipo, y de caer derrotados 6-1 ante el Deportivo Cali, el Cacho Aldabe renunció a la dirección técnica de Millos.
El Maestro, líder natural, caudillo del grupo, y quien durante sus años como jugador aprendió todo lo necesario para ser un brillante entrenador, asumió la dirección técnica de Millonarios. Su inteligencia para manejar los tiempos del partido, dar el toque preciso y edificar maravillosas jugadas, se trasladaría entonces al banco.
Fue esa la consolidación definitiva del prodigioso Ballet Azul. Con Pedernera como entrenador, conociendo de antemano a la crema y nata del fútbol sudamericano, a Millonarios siguieron llegando jugadores de impresionante trayectoria y condiciones: Julio Cozzi, Antonio Báez, Julio César Ramírez, Reinaldo Mourín, Ramón Villaverde y Hugo Reyes, entre otros.
Aunque se dedicó en específico a la dirección técnica, en los partidos internacionales y los clásicos más importantes, El Maestro dirigía desde la cancha, en una soberbia muestra de la grandeza de su fútbol e inteligencia. En el campeonato de 1950, después de que Pedernera asumiera el manejo del equipo, éste volvió a exhibir su fútbol exuberante, si bien no le alcanzó para llevarse el título, al quedar detrás de Deportes Caldas.
De ahí en adelante, Millos lo ganó todo. Todo cuanto tuvo oportunidad. Ese equipo, reseñado por propios y extraños como una de las mejores escuadras que haya visto el fútbol mundial, y comandado por Pedernera, se paseó victorioso no sólo por las canchas de Colombia y América, sino por las de Europa.
Llegó entonces el histórico tricampeonato del 51, 52 y 53. Los inobjetables triunfos ante el pentacampeón de Argentina, Racing (4-2 en Bogotá y 2-0 en Avellaneda), San Lorenzo de Almagro, el famoso Hungarian de Ladislao Kubala, Corinthians (quitándole un invicto histórico de 32 fechas), Gremio, Vasco da Gama, Sao Paulo y otros grandes de Brasil, Independiente de Avellaneda, Universitario de Perú y la Selección Chile.
Sendas goleadas propinadas a equipos poderosos como Huracán, Bolívar, Rapid de Viena, y un equipo conformado por las estrellas del fútbol argentino, además de un histórico triunfo 5-1 sobre el River Plate campeón del 52 y 53 en su país, que contaba en su nómina con jugadores de la talla de Amadeo Carrizo, Ángel Labruna y Félix Lostau, partido en donde El Maestro le demostró a su antiguo equipo que a pesar de tener 35 años a cuestas, su fútbol era cada día más grande.
Por supuesto, no se puede dejar de lado el más famoso triunfo de todos, frente al mítico Real Madrid en el estadio Chamartín (ahora, Santiago Bernabéu), por contundente 4-2, que incluyó una anotación del Maestro. En esa memorable gira por Europa de Marzo del 52, el cuadro embajador también derrotó al Nörrkoping y dio auténticas cátedras de fútbol en Valencia, Sevilla y las Islas Canarias. Posteriormente, el equipo madrilista, herido en su amor propio, le pidió a Millos un juego de revancha, y perdió. Pidió revancha otra vez… y volvió a perder. Ése era el Millonarios de Adolfo Pedernera.
También se adjudicaría la Copa Colombia del 52-53 y la Pequeña Copa del Mundo de 1953, torneo interclubes predecesor de la Copa Intercontinental en los años 50’s. Simplemente, un equipo sin parangón en la historia de nuestro país, que alcanzó las más altas gestas y los más grandes e inalcanzables logros.
Apenas cinco años después de su fundación, Don Alfonso Senior, Mauro Mórtola y Adolfo Pedernera, como cabezas, sumados a una impresionante lista de grandes jugadores, habían convertido a Millonarios en el mejor equipo del mundo. Sin duda alguna, sin él -el gran Maestro- ni Millonarios, ni el fútbol colombiano, serían lo que son hoy en día.
Tampoco Alfredo Di Stéfano, quien gracias, en buena parte, a la dirección de Pedernera, y a la perspicacia con que éste supo ver en él una joya en bruto, ratificó en el Real Madrid su condición de más grande jugador de todas las épocas. Incluso, el gran Alfredo, a la única persona a la que se ha referido siempre como “Maestro” ha sido a Pedernera, del mismo modo que lo ha hecho uno de los personajes más relevantes de la historia del fútbol colombiano, el doctor Gabriel Ochoa Uribe, arquero suplente de Millonarios en aquel entonces y el más importante director técnico de nuestro país.
En 1954, acatando las directrices del Pacto de Lima, el cual obligaba a todos los jugadores “ilegales” a retornar a sus clubes de origen, y con el cual culminó el siempre famoso y gratamente recordado Dorado Colombiano, el Maestro volvió a Huracán. Jugó unos pocos partidos, pero consciente de que su sus condiciones ya no eran las mismas, se retiró en medio de la gloria de haber hecho historia y dejarle, a la misma, su ya incomparable legado.
Asumió entonces como director técnico del Globito, para seguir una destacada carrera como entrenador en Nacional de Montevideo, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Independiente de Avellaneda, América de Cali, Boca Juniors (donde salió Subcampeón de la Copa Libertadores, detrás del Santos de Pelé), la Selección Colombia (consiguiendo una histórica clasificación al mundial de Chile-62) y la Selección Argentina.
El 5 de Agosto de 1954, después de realizar una pequeña gira en la que la escuadra embajadora empató con el Charlton (Inglaterra), y derrotó al Rott Weiss (Alemania) y al Municipal de Lima (Perú), El Maestro se despidió de Millonarios, enfrentando, nada más y nada menos, que al Vasco da Gama.
No pudo haber sido de otra manera; un potente riflazo de media distancia de Pedernera le dio a Millos la victoria, por marcador de 2 a 1, en lo que constituyó la primera victoria de un equipo colombiano sobre el campeón de Brasil.
Quedó para siempre, en la memoria de la afición azul, el recuerdo de un auténtico genio del fútbol, que condujo a Millonarios al pedestal más alto del balompié mundial, y con ello, se convirtió en la figura más relatada y respetada del equipo y del fútbol colombiano, y una de las más admiradas del fútbol sudamericano y mundial.
En 1994, en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, se reunió por última vez con sus dos compañeros y amigos de toda la vida: Alfredo Di Stéfano y El Pipo Rossi. Los tres, fanáticos a muerte de Millonarios y River Plate, compartieron por última vez el placer de recordar una época mítica y surreal, donde el fútbol era un arte que se elaboraba con los pies, y las victorias, apenas una anécdota, consecuencia del más fantástico balompié que se haya facturado nunca.
Un genio. Un crack. Un fuera de serie. Una verdadera leyenda. El 12 de Mayo de 1995, un año después de encontrarse con sus grandes amigos y con la ciudad a la que le dio todo, su corazón dejó de latir, pero no por ello la inmensidad de la historia que escribió con Millonarios, que le valdrá, para la eternidad, la remembranza de su nombre y la gratitud inquebrantable de una afición que no se cansará nunca de repetir: GRACIAS, MAESTRO.

Historia Del Club Deportivo Los Millonarios


 Para 1.945 nace la idea de instituir el nombre de Club Deportivo los Millonarios suprimiéndole el nombre de Municipal. La iniciativa toma fuerza y deciden reunirse todos los allegados al equipo en la oficina de don Alfonso Senior, ubicada en la calle 16 con Cra 8ª., sede de Roldan Calle y Cía. Agentes de Aduanas, con la única idea que tenían en mente, armar un equipo serio y bien consolidado.
Se realizarían una serie de reuniones en el Teatro Atenas de Bogotá con todos los colaboradores del 'Municipal'. Alfonso Senior y Mauro Mortola explicaron que no existía una legislación sobre sociedades deportivas, cuando apareció la brillante intervención del doctor Abel Cruz Santos, sugiriendo que se hacía necesario organizar una sociedad sin ánimo de lucro, decidiendo pues, redactar unos estatutos en los que se suscribían acciones a 10 pesos cada una, dando paso a una tercera reunión en el teatro del colegio San Bartolomé, situado en la cra 7, entre 9ª. Y 10ª., donde finalmente se constituyó el Club Deportivo Los Millonarios, el 18 de junio de 1.946.
Su presidente sería Alfonso Señor Quevedo, y el vicepresidente Mauro Mortola, como tesorero se nombraría a Oliverio Pulido, finalmente el equipo se constituiría y se registraría en la notaria Tercera de Bogotá, por escritura pública Nº 2047.
Desde ese momento, se realizaron partidos eventuales con Santa Fe, y Huracán de Medellín. Durante un viaje realizado por don Alfonso Senior por el sur de América y gracias a su entusiasmo empresarial, crea el primer cuadrangular doblete en la historia del fútbol mundial, es así, como participan el River Plate de Uruguay, el Vélez Sarfield de Argentina, y los dos equipos capitalinos.
Para 1.948 la primera oficina que tuvo el club se ubicó en la calle 14, entre carreras 5ª. y 4ª. Allí se montó una especie de restaurante para que los directivos debatieran sobre la problemática del plantel y del fútbol, de esta manera surgió la inquietud y el inconformismo por los impuestos tributados por la Asociación Colombiana de Fútbol del 5 y 10% por cuestiones de permiso a los equipos que realizaban pequeños torneos regionales. Ya para finales del 47 Humberto Salcedo Fernández, presidente del América, le había propuesto a Alfonso Senior, que formaran un campeonato nacional
Fue así, como a mediados del 48, entre mayo y junio, se dan cita en Barranquilla, en donde quedaba la sede de la Asociación Colombiana de Fútbol, los dirigentes de Medellín, Pereira, Cali, Manizales, Bucaramanga y Bogotá, y esgrimen el cuestionamiento al presidente de dicha asociación considerando que los clubes no tenían por que tener una dependencia de las ligas aficionadas, ya que eran equipos profesionales. Es cuando se presenta la ocasión de crear la División Mayor del Fútbol Colombiano, en las oficinas de Mejoras Públicas de Barranquilla.
Se redacta entonces una carta a la Asociación Colombiana de Fútbol, por los dirigentes de Millonarios, Santa Fe, Boca, América, Once Deportivo, Universidad, Huracán, Nacional y Medellín, en la que se hacía énfasis del retiro de las ligas por parte de los equipos, y la fundación de una liga profesional. La primera oficina de la división del fútbol colombiano se ubicaría en la Avenida Jiménez de Quesada Nº 4-90, en un tercer piso; mientras tanto Millonarios cohesionaba su nómina y fichaban los argentinos Pedro Cabillón, Adolfo Cusmai, Alfredo Castillo y Tomás Aves, los colombianos Victor Manuel Fandiño, Alfonso "pipiolo" Rodríguez, Policarpo "polo" Pérez y Francisco "cobo" Zuluaga entre otros, el técnico sería el uruguayo Manuel Olivera.
El 15 de agosto se iniciaría el primer torneo del fútbol profesional en Colombia, coronándose como campeón Santa Fe. Millos ocuparía un cuarto lugar, pero lo que vendría sería la antesala de un espectáculo lleno de estrellas y majestuosidad, cuyo protagonista sería Millonarios.
La historia de la humanidad, plagada de hechos y momentos brillantes como el asombroso desarrollo de la orfebrería de las comunidades indígenas en la época de la Colonia, ofrece en materia de fútbol, una calenda que marcó un rotulo y una marca imperecedera: El Dorado.
El año de 1.948 dejaba a Millonarios en el cuarto lugar del campeonato, y la junta directiva, presidida en aquel entonces por don Alfonso Senior, quería armar un equipo grande y que diera títulos para la temporada del 49', por tal motivo, salían de la institución Policarpo Pérez, Orlando Gutiérrez, Manuel Tapias entre otros y era contratado Roberto "Cacho" Aldabe como técnico, quien por iniciativa propia insiste en traer a Adolfo Pedernera.
En aquellos tiempos el fútbol argentino se hallaba sumido en una huelga de jugadores de grandes proporciones, hecho que facilitaba la venida de estelares futbolistas al país. Es así, como gracias a la gestión del "cacho" Aldabe, de Mauro Mórtola, y de los directivos, para finales de mayo se ficha al "maestro" Adolfo Pedernera, quien a la postre, ayudaría a la consecución de los fichajes de Alfredo Di Stéfano "la saeta rubia", y de Néstor Raúl Rossi, ambos de River Plate y los mejores jugadores de Argentina en esa época.
En el mismo año se vincula al emblemático Gabriel Ochoa Uribe, que adelantaba sus estudios de medicina, al brasileño Danilo Mourman, al peruano Alfredo Mosquera, y a Oscar Corzo. Con dicha nómina se enfrentaba el torneo que sufriría el retiro del Deportivo Barranquilla. Millos llega al primer lugar con el Deportivo Cali, y se van, por primera vez en el fútbol colombiano, a la primera serie extra de dos partidos para definir título.
El gran Millonarios de 1952. Parados de izquierda a derecha: Malaver (masajista), Hugo Reyes, Jorge Benegas, Julio César Ramírez, Julio Cozzi, Ismael Soria,
Gabriel Ochoa, Néstor R. Rossi. Abajo: Alfredo Castillo, Alfredo Mosquera, Alfredo Di Stéfano, Reinaldo Mourín y Alcides Aguilera.v
En la final Millonarios vence en ambos partidos, consiguiendo la primera estrella y consolidando como figuras a Pedernera, y Di Stéfano. Obtiene además el rótulo de la delantera más goleadora, con 103 goles, y el arco menos vencido, con sólo 35. Así, el equipo empieza a vislumbrarse como una perla preciosa.
Para 1.950 el campeonato se conformaría con 16 equipos, reaparecería el Junior de Barranquilla y harían su estreno el Cúcuta Deportivo y el Sporting. Al cuadro albiazul arribarían Julio Cozzi, arquero argentino, Raúl Pini, el paraguayo Julio César Ramírez, el uruguayo Victor Bruno Lattuada, y como hecho curioso, el club contrataría al escocés Robert Flawell y a los ingleses Billy Higgins, Roy Paul y Jack Hardley, europeos que jamás debutarían y volverían a su pais.
El 9 de Julio renuncia el "Cacho" Aldabe a la dirección técnica y es sustituido por Adolfo Pedernera como entrenador y jugador. El conjunto dejaría escapar puntos de local que le pesarían en la campaña y el título quedaría para el Deportes Caldas, seguido por Millos.
Vendría el año de 1.951 y una de las páginas más gloriosas del equipo azul, un mito enmarcado en el corazón del fútbol arte. El club ficha a Hugo Reyes, ex River Plate, Antonio "maestrico" Báez, y Reynaldo Mourin, y se conforma una nómina excelsa y lujosa, ya que de los 34 partidos jugados, ganaría 28, empataría 4 y perdería solo 2, obteniendo 60 puntos. Millonarios conquistaría su segunda estrella de manera rimbombante y sacando la no despreciable suma de 11 puntos al Boca Juniors, que terminaba segundo.
Ya teniendo una imagen consolidada a nivel internacional, el plantel es invitado a jugar 4 partidos en Bolivia de donde regresa invicto, vence al Bolívar por 3-1; al Litoral por 5-3; y empata con Ferroviarios 3-3, y con la Selección de la Paz por igual marcador. Se destacan en dicho torneo Di Stéfano, el "maestrico" Báez, Pedernera, Mourin; magos, ilusionistas, craks, ases que destilaban magia y portaban una camiseta azul en el pecho.
Nestor Raúl Rossi, Alfredo Di Stefano, Adolfo Pedernera
Para 1.954 se acababa la piratería en el fútbol colombiano de acuerdo con el "Pacto de Lima", de ahí, que los grandes futbolistas retornaran a sus países de origen, provocando el desencanto general en las hinchadas del país, constante que repercutía en las escasas tribunas de los estadios.
Desaparecerían del campeonato el Pereira, Junior, Sporting y el Cúcuta Deportivo. De Millonarios saldrían Raúl Pini, Julio César Ramírez, Julio Cozzi entre otros, y ficharían Hernando “El Tigre" Moyano, Rubén Deibe, y Liborio "leticiano" Guzmán.
La campaña del plantel fue bastante pobre, alcanzando un intrascendente sexto lugar con 14 puntos en 15 partidos. Se despide de la institución, el 1 de agosto, Adolfo Pedernera, en un partido contra el Vasco de Gama, ganado por los azules 2 goles a 1.
En el año de 1.955 se contrató como técnico al uruguayo Donaldo Ross y se contrataron a Luis Alberto "mono" Rubio, Bela Maltenhy Baranya, único húngaro en jugar con Millos, y un "tico" para amenizar, Ulises Alpizar. Era también la despedida del arquero Gabriel Ochoa Uribe, quien se iría al Brasil a profundizar sus estudios de medicina y a vincularse con el América de Río.
La pimienta la pusieron los equipos antioqueños, Medellín como campeón seguido del Atlético Nacional, los embajadores ocuparon un lánguido cuarto lugar. Para la alborada de 1.956 el conjunto se reestructura entre comillas, ya que en vez de un técnico contratan a una especie de relacionista público que tenía excelentes relaciones con la directiva y los jugadores, pero era un desconocido total en el orbe del fútbol, Simón Herrerías.
A pesar de las circunstancias, el onceno demostró reguralidad en su rendimiento apoderándose del subcampeonato detrás del Atlético Quindío que sería el campeón. En el mes de octubre asume la dirección del equipo el paraguayo Delfín Benítez Cáceres y Millos aproximándose a descender a las llamas del averno.
Para el campeonato de 1.957 en el que se celebraba una década del fútbol colombiano, los embajadores contratan a los futbolistas Marino Klinger, Alberto "Cóndor" Valencia, Juan Chena y al médico Gabriel Ochoa que retornaba del Brasil.
Se avecinaba la década de los sesentas y Millonarios se preparaba para afrontar el torneo doméstico y por vez primera, la Copa de Campeones, que a la postre se llamaría Copa Libertadores de América.
El general de la tropa azul para ese entonces, el doctor Gabriel Ochoa Uribe, había decidido con la junta directiva darle un ajuste a la nómina para afrontar dichas competiciones. Fue así, como salieron de la institución Walter Marcolini, Manuel Díaz, y Edgar Bustamante entre otros; las contrataciones para aceitar la maquinaria azul llegaron provenientes de Argentina, y se ficharon a Rodolfo Michelli, que resultaría el goleador del club para la temporada, Carlos Alberto Boya, Martín Alarcón, ex compañero de Gabriel Ochoa en el América de México, y los criollos Héctor Lombana y Carlos Rivera.
La participación de Millos en la Copa Libertadores fue apenas discreta, resultando eliminado en la primera ronda de la semifinal. En el rentado doméstico, la cosa se tornaría de gris a castaño oscuro, ya que por primera vez en su historia, el equipo perdería quince partidos, en octubre dimite Gabriel Ochoa, el plantel queda sexto en la tabla de posiciones y llega Julio Cozzi a tomar las riendas del club.
Después de tan desteñida actuación el conjunto embajador cambia la cara, y se ponen la camiseta azul el paraguayo Genaro Benítez, los gauchos José Oscar Jamardo, Oswaldo Debrassi, Carlos Alberto Debate y Martín Alarcón, los colombianos Luis y Marino Lozano, Senén Mosquera, y en mayo se consigue repatriar a Delio "maravilla" Gamboa del Oro de México, y quien con el tiempo se convertiría en ídolo de la afición azul.
Se ratificaron a los veteranos Carlos Alberto Bolla, Ricardo "pibe" Díaz, Pablo Centurión y Marino Klinger. El trabajo de Cozzi insatisfizo a la junta directiva y quedó relegado como arquero suplente, en su deber, hacen acto de contrición y reenganchan a Gabriel Ochoa Uribe para manejar la riendas del torneo venidero.
A mediados de Julio se retira del club una insignia de la institución que brilló con luz propia en la época del dorado: Francisco "cobo" Zuluaga, quien pasaría a las toldas de Independiente Santa Fe, jugador que posee el laudable hecho de haber marcado el primer gol con un seleccionado colombiano en un mundial.
Millonarios obtiene su sexto título con unas estadísticas del todo envidiables demostrando su poderío dentro del campo de juego. De 44 partidos ganó 25, durante16 fechas permaneció invicto, empató 12 y perdió 7, y obtuvo un total de 62 puntos, 8 más que su seguidor, que fue el Independiente Medellín.
Aproximandose la alborada de 1.962, el equipo campeón se preparaba para afrontar el torneo doméstico y la Copa de Campeones. Las "perlas negras", Delio "maravilla" Gamboa y Marino Klinger, prestaban su concurso con la selección Colombia, con miras al mundial de Chile. Las variantes fueron pocas, entre otros salen Martín Alarcón, Julio Cozzi y José Santos Grosso, ingresan al plantel el argentino Santiago Vulcano, Carlos Campillo, Jorge Gallego, proveniente de la divisiones inferiores del equipo, y Porfirio Pereira Netto, "Fifi", brasileño que venía bien referenciado del fútbol ecuatoriano. Desafortunadamente su suerte fue escasa con el equipo, la verdad, es que con ese seudónimo hubiera sido difícil convertirse estrella del fútbol mundial.
La campaña del plantel en la Copa de Campeones resultó incipiente, quedando eliminado en la primera ronda por los equipos Emelec de Ecuador y universidad católica de Chile. En el campeonato local las cosas resultaron distintas y no solo la suerte acompañó al conjunto embajador, además una feliz coincidencia al conquistar la séptima estrella: las estadísticas obtenidas en el torneo del 61, eran iguales a las registradas en el campeonato del 62; suerte de campeones, buen fútbol, como quiera que sea el ballet azul danzaba en todo su esplendor.
Para 1.963 la nómina campeona se mantiene relativamente estable, salen Carlos Alberto Boya y Osvaldo Debrassi, que pasaría al Medellín, ficha con el club José Romeiro Cardozo, brasileño de brillante rendimiento y que impuso la magia del "chanfle" en el rentado nacional, comba preciosa y exquisita reflejada en los tiros libres. Arribarían también, Finot Castaño, quien tendría una larga duración en el club, Pedro Gando, ecuatoriano, el paraguayo Joel Cabrera y el brasilero Almir Dasilva, entre otros.
Esta versión de la Copa Libertadores tampoco fue favorable, ya que el equipo queda eliminado por dos grandes de esa época y que en la actualidad han perdido su brillo, Botafogo de Brasil y Alianza Lima del Perú.
Obtiene su tercer título consecutivo en el rentado nacional, siendo el equipo con la valla menos vencida y una vez más gana el derecho a participar en la Copa Libertadores de América. Mientras tanto, el ballet azul seguía danzando, y ¡dé qué forma!
La fiesta azul animada bajo la conducción técnica del médico Gabriel Ochoa Uribe, terminaría para el campeonato del 64 y todo por incluir a un jugador que tenía el apodo de una marca de pintura, Marino "pintuco" Aguirre, desaveniencia surgida porque, según el criterio de la junta, este futbolista no tenía ningún vínculo con el club y su contratación había sido rechazada previamente.
Se ficha entonces, al brasileño Joao Avelino, dura poco y en el mes de agosto toma las riendas del plantel Efraín el "caimán" Sánchez, considerado el mejor arquero de la historia del fútbol colombiano. Se ponen la camiseta azul Silvio Farias, goleador brasilero de grata recordación, Jaime "charol" González, Silvio Parodi, paraguayo que venía del América, y el colombiano Gonzalo Guzmán, entre otros.
Millos logra obtener 57 puntos en el torneo y se corona campeón por cuarta ocasión consecutiva. Era el ocaso de una danza que brindó espectáculo, goles, alegrías, virtuosismo, era el ballet azul.
Llega el año de 1.965 y la fiesta azul no sería la misma, primero porque el conjunto embajador queda por fuera de la Copa Libertadores de América debido al no reconocimiento de la Fedebol. En menos de cuatro meses se pasa de un técnico colombiano, Oscar Severiano Ramos, a un paulista, ex mundialista, Carlos Bauer y junto con él arriban sus paisanos Waldemar Rodríguez "orecco", Nivaldo Peixoto, Ary Goncalves, y un puntero izquierdo que causó sensación por su gambeta, velocidad, y definición, Eduardo Texeira Lima.
El equipo resultó tercero en el rentado, siendo el onceno que menos partidos perdió - 9 de 48 -. Por primera vez se corona campeón el deportivo Cali.
La junta directiva decide prescindir de la zamba y le apuesta al tango para el año de 1.966, contratan entonces, al técnico argentino Roberto Saba, y sus coterráneos Roberto Saporiti, Juan Osvaldo Arges y Eduardo Rilo. Pero el tango y la milonga resultaron destempladas, ninguno se consolida en el equipo, y en agosto asume la dirección técnica Oscar Severiano Ramos, se ficha al argentino y la mejor contratación de ese año, Jorge Davino, a Luis Pentrelli, quien tenía apodo de gigoló "la toco y me voy", al paraguayo Arsenio Valdez, a Fernando el "bombillo" Castro y a un zafiro extraído del pintoresco barrio de Soacha, Gabriel Hernández, que sería por muchos años, el capitán del conjunto embajador. Salen del club "maravilla" Gamboa, Ary Goncalves y José Romeiro. El plantel quedó quinto en el torneo, con 58 puntos de 104 posibles.
La década de los setentas reconocida por las dictaduras militares en Latinoamérica, el fenómeno político del watergate y el hippismo acentuado como movimiento cultural, también suscribe al fútbol suramericano como protagonista de una generación en la que brillaba tras conquistar dos copas mundo, obtenidas por el mágico Brasil del 70, y la aguerrida, pero no menos estética, Argentina del 78 En cuanto al rentado nacional, Millos se preparaba para afrontar la temporada de la mentada década.
Hartos de dos terceros lugares en los campeonatos del 68' y el 69', los embajadores enfilaban baterías para afrontar el torneo Apertura del 70. Eduardo Texeira Lima y José María Ferrero, habían salido del equipo, mientras que retornaban Fernando Areán y Hernán "cuca" Aceros. También ficharon Oswaldo Mura, Pedro Prospitti y un "diablito", Carlos Julio Morales, comandados aún por el técnico Otto Vieira, pero a nueve partidos Vieira es licenciado del equipo por la junta directiva y en su reemplazo es contratado Francisco "pancho" Villegas, conductor que ocupa un sexto lugar en el Apertura. Ante la premura de las actuales circunstancias se contratan a los argentinos Luis Fernando Lavezzi, al uruguayo Juan Adolfo Maldonado, y al colombiano promocionado de las divisiones inferiores, Héctor Javier Céspedes. Estos serían los refuerzos del conjunto para el Finalización.
La enfermedad de "pancho" obliga a su salida del club, asumiendo temporalmente Jaime "el loco" Arroyave, quien el 20 de octubre, entrega su puesto a Gabriel Ochoa Uribe que retornaba al plantel nuevamente. Se obtuvieron puntos importantes pero no alcanzaron para conseguir una buena colocación. La fanaticada, pues, albergaba esperanzas para el campeonato del 71.
El cuerpo técnico sería ratificado, saldría Finot Castaño, retornaría Gonzalo "chalo" González, y se promocionaría desde las divisiones inferiores a Alfonso Tovar. Los albiazules resultaron quintos en el Apertura y con el ánimo de cumplir un buen papel en el finalización, contratan al samario Hermenegildo Segrera, al barranquillero Jesús el "toto" Rubio, a un jugador que decían que era pitoniso y quiromántico, Euclides el "tizón" González, al delantero cartagenero Jaime Morón, y a uno de los mejores jugadores del mundo, el yugoslavo Dragoslav Sekularak. Con tal nómina Millos logra el primer lugar en el Finalización, para posteriormente jugar el cuadrangular final en el que terminó tercero escoltando a Nacional y éste a su vez a Santa Fe.
Millonarios Campeón 1972. Depie, de izquierda a derecha: gabriel Hernández, Joaquin "Pele" Gonzaléz, Julio "Chonto" Gaviria, Hermenegildo Segrera, Oscar Villano,
Senén Mosquera. Inclinados, en le mismo orden: Willington ortiz, julio Gómez, Miguel Sossa, Alejandro Brand, Jaime Morón
La campaña del 76 traería la sorpresiva salida de Alejandro Brand por el recrudecimiento de su lesión, se ficharía al líder sindicalista de los futbolistas agremiados en Argentina, Carlos Alberto Dellasavia, se promocionaría de las inferiores a Anibal Acosta, y el Médico Gabriel Ochoa presentaría su dimisión definitiva para nunca más volver, aduciendo problemas personales. Se contrataría como técnico a Humberto Ortiz, que duró poco y en su lugar tomaría las riendas del equipo el "vasco" Juan Eulogio Urriolaveitía.
Los albiazules conquistarían el Apertura, pero en el Finalización como en el Hexagonal Final quedarían relegados a un tercer lugar. Converti sería nuevamente el goleador con 33 anotaciones. El año y el rentado del 77 estarían caracterizados por la indecisión y la falta de planificación, ya que, sin precedente alguno, una feria de técnicos desfilarían por las toldas azules. Primero fue Ochoa y su renuncia definitiva, después Rubén Solé, quien era preparador físico del "vasco" Urriolaveitía, posteriormente Jorge Solari, argentino, que duró sólo 35 días para entregárselo nuevamente a Rubén Solé quien permanecería hasta diciembre.
Entre las novedades Eduardo el "camello" Soto abandonaba el plantel, regresaba Jaime Morón y de las inferiores se promocionaba a Heberto Carrillo y a Sergio Loayza. Un discreto sexto lugar en el primer torneo habla a las claras de la irregular y desordenada campaña. Salía entonces del equipo Julio el "chonto" Gaviria, se contrataba a un jugador que brillaba en las noches como el conde drácula, el argentino Juan José el "búho" Irigoyen y se agregaban al equipo Hernán Villa y un gaucho, Juan Alberto Troilo.
Los azules clasificaron de segundos en el grupo A del Finalización, pero en el Hexagonal Final ocuparon un tercer lugar, viendo frustradas sus aspiraciones de Copa Libertadores, y de alcanzar la estrella que se quedaría en Barranquilla, con el Júnior.
El campeonato de 1.978 traería una coyuntura similar a la del año anterior. Solé deja el equipo y lo toma Jaime Arroyave hasta la cuarta fecha cuando asume el argentino Osvaldo Panzutto. Carlos Alberto Dellasavia y Miguel Angel Converti, le dicen chao al equipo, se refuerzan con los colombianos Carlos "pachame" Rendón, y Mario Gutiérrez. Millos queda séptimo en el Apertura y al comenzar el Finalización, para resarcirse de tan débil campaña, retoma la batuta del equipo "el loco" Arroyave. Fichan para el club el argentino y calidoso Daniel Germán Onega, y es promovido de la cantera el bogotano José "cheche" Hernández.
A seis fechas de terminar el torneo, es contratado Pedro Dellacha, quien impondría una rigurosa disciplina físico-atlética y un exigente trabajo táctico. En aquel torneo se jugarían dos cuadrangulares con dos clasificados respectivamente, para después disputar un cuadrangular final. Millonarios otra vez segundo a un punto del América, y en el primer cuadrangular clasificado junto a Santa fe, para luego jugar el cuadrangular final junto con Cali, Nacional, y Santa fe
Jorge Amado Nunes
El último partido, disputado en Bogotá contra Santa fe, el goleador Irigoyen, el crack colombiano Willinton Ortiz, los goles definitivos de Jaime Morón, y el cerebro y talento de Daniel Onega, dieron a la postre la fastuosa vuelta olímpica, sin olvidar a Luis Jerónimo López, el "pocillo" López, Oscar Ortega, el "pele" González, Arturo Segovia, el "tizón" González, el "turco" Amado y todos los baluartes azules que bajaron del cielo una estrella, llena de regocijo y exultación, 100 goles marcados, la hinchada feliz: era la undécima estrella.
No obstante y a pesar de la felicidad, los problemas económicos de la institución causarían mella en el plantel, el técnico Pedro Dellacha abandonó el conjunto y en su reemplazo vendría Juan Eduardo Hohberg. Se reforzaba el onceno con Horacio Raúl Cordero, argentino, y se retiraban Alejandro Brand y Daniel Onega, y junto con ellos el talento. Millos ocupó un intrascedente séptimo lugar en el Apertura y fue contratado Oscar Severiano Ramos como técnico, llegaron procedentes de Argentina Juan Antonio Gómez Voglino y Oscar Roberto Milano y los colombianos William Ospina y Carlos Gil, de Leticia, Amazonas.
En la Copa Libertadores lo único destacable fue el triunfo a domicilio contra el Quilmes argentino por 2-1, siendo Millonarios el primer equipo colombiano en vencer en canchas argentinas a un plantel de dicho país. En el Finalización se ubicó de quinto en el grupo A, quedando fuera de la final por segunda vez en su historia -la primera fue en 1.987-. La figura emblemática del club, Willington Ortiz, era trasladado al Deportivo Cali y el "búho" Irigoyen, al Independiente Medellín, transferencias obligatorias por la crisis económica que pasaba la institución, un sabor agridulce que duraría un par de años
Willington Ortiz, Jaime Morón y Daniel Onega
Un par de lustros pasaron y la década de los setentas dejaba a Millonarios sin emblemas futbolísticos de la talla del "viejo" Willy, el "búho" Irigoyen, Alejandro Brand, "tito" Onega, jugadores que brillaron gracias a la perfecta ecuación de gambeta, talento, definición, que era sinónimo de gol y buen fútbol, no en vano, habían alcanzado la undécima estrella.
Llegaban entonces, los albores de los ochentas y una fanaticada acostumbrada a ganar, esperaba ansiosa nuevas alegrías y por supuesto, estrellas. La junta directiva de millos presidida en aquel tiempo por don Alvaro Gutiérrez, se había decidido por la escuela brasileña y contrató al brasilero José Texeira, y junto con él a dos futbolistas de primera línea, también brasileños, Valdomiro Vaz Franco y Mario de Quiroz; el primero, tenía magia para los tiros libres, el segundo, práctico en la definición.
Transcurridos pues, los dos primeros años de la citada década, Millos apenas logró obtener un tercer y cuarto puesto en las temporadas del ochenta y ochenta y uno, razón por la cual la junta directiva decide reemplazar la desteñida samba brasilera, por la escuela europea, yugoslava para más precisión, y contratan al técnico Toza Veselinovic. Con el balcánico arriba la tolda charrúa. El arquero Jorge Fosati, los argentinos Osvaldo Palavecino y Alejandro Estéban Barberón, y un colombiano de renombre, el puntero derecho Ernesto Díaz.
El equipo termina penúltimo en el torneo apertura y escogen como alternativa para el finalización al estratega argentino José Omar Pastoriza, al central José Daniel Vantuyne, al cancerbero Alberto Pedro Vivalda, a los volantes Diego Édison Umaña y Carlos López. Fue un onceno que brindó espectáculo y fútbol gustador. Como olvidar a Carlos López cuando ponía a correr a la "patrulla" Barberón, o al "alcatraz" García para buscar la sociedad en las anotaciones. Desde el arquero hasta el delantero, este fue un Millos que aunque gustaba, extrañamente terminó tercero.
Para 1.983, el club le abre sus puertas a la escuela uruguaya, el fútbol presing, líneal, enfatizando la marcación a la pelota. Los directores de orquesta Juan Martín Mújica y Estéban Gesto, llegaban junto con el paraguayo Villalba, el argentino Godoy, y el bogotano, que a la postre se convirtió en la contratación más sobresaliente, el lateral Moisés Pachón.
Millonarios 1986.
D e pie, de izquierda a derecha: José "Cheché" Hernández, Luis Norberto Gil, Gerrnán Gutiérez, Carlos José Karabín, Miguel Augusto Prince, Eduardo Esteban Basigalup. Inclinados, en el mismo orden: Norberto Peluffo, Hugo Galeano, Arnoldo Iguarán, Óscar Eduardo Juárez y Juan Carlos Díaz.
Finalmente Millos queda cuarto, los uruguayos renuncian y se contrata al entrenador colombiano Jorge Luis Pinto, ilustrado en el fútbol europeo, quien le imprime velocidad y disciplina al equipo. Ya matriculados Iguarán, el santandereano Pelufo, el delantero Wilmar Cabrera, llega el "búfalo" de San Lius, Juan Gilberto Funes, carismático y potente goleador, cuya resultante sería convertirse en figura del equipo y de la hinchada.
La temporada del 84 deja al club con un sub-campeonato, rasgando la estrella sin poder tenerla. Para el 85 una discreta participación en la Copa Libertadores de América e inesperadamente aterriza a Millos, el gaucho Eduardo Luján Manera. Con el técnico contratan entre otros al arquero René Higuita, estrella después del orbe del fútbol, y al argentino Marcelo Trobbiani.
Lucha, ganas, tango y milonga, y nuevamente un tercer puesto. Con el ánimo de acertar y darle un título a la hinchada, la institución prescinde de Eduardo Luján Manera, y contrata al entrenador samario Eduardo Julián Retat, un "barrabás", Gabriel Jaime Gómez, un "gringo" Antonio Palacios, una "gallina", Fabio Calle, y un arquero con bigote de cantante ranchero: Eduardo Basigalup.
No obstante, Retat formó un equipo corajudo, disciplinado, de buena capacidad físico atlética, en la que se destacaron Gutiérrez de Piñerez, el "pájaro" Juárez, Iguarán. Sin embargo nuevamente se le resbala la estrella al plantel y queda tercero para el año de 1.986.
La hinchada, cansada de los terceros puestos, aspiraba a la alegría suprema, la magia de la vuelta olímpica, y el club, para satisfacerla, contrata para la temporada del 87 al técnico Luis Augusto "el chiqui" García, proveniente del deportes Quindío, a los futbolistas Carlos Enrique la "gambeta" Estrada, Gildardo Gómez, al valluno Wilmán Conde, a los gauchos Mario Videla, Osvaldo Cousillas y Mario Vanemerack; así un guajiro goleador, Iguarán, un pájaro que la metía, Oscar Juárez; un "barrabás" Gómez y el "bochica" Pimentel, comandaban el equipo, y atrás el "nano" Prince, y Germán Gutiérrez de Piñerez.
Mario Vanemerak y la celebracion del 12vo campeonato
MilIonarios Campeón 1988. De pie, de izquierda a derecha: Ornar Franco, áscar Juárez, Germán Gutiérrez de Piñeres, Néstor Pilla, José Díaz, Carlos Meza, Alirio Girón,
William Sarmiento, Wílman Conde, Fabio Calle, Eduardo Porras (utilero). Segunda fila, sentados: Cerbeleón Cuesta, Carlos E. Estrada, Gonzalo Guzmán (asistente),
César Rubens (kinesiólogo), Darío Vélez (prepardor físico.), Luis A. García (director técnico), Rafael Baracaldo (preparador físico), Arnoldo Iguarán, Eduardo Pimentel,
John Rivera, Mario Vanemerak, Hernando García. Tercera fila: Rubén Darío Hernández, Oswaldo Gómez, Juan Carlos Díaz, Nilton Bernal, Jair Abonía, Gabriel Quimbaya,
Hugo Galeano, Jorge Raigoza y Alberto Gamero.
Los últimos años del siglo XX, ya presagiaban los turbulentos tiempos que se avecinaban, cuando en 1998 Diego Umaña abandonaba las toldas embajadoras, dando paso a la fugaz transición de Francisco Maturana. Fugaz luego de siete pobres fechas en las que los continuos cuestionamientos por parte de la prensa bogotana no se hicieron esperar, apresurando la reincorporación del técnico santandereano Jorge Luis Pinto, quien luego de una campaña caracterizada por continuos altibajos, apenas se colaba en las semifinales, y que para la temporada del 99 cerró 11 del Apertura, cediendo su puesto a Luis Augusto García.
El bogotano terminó tercero pero ante su convocatoria a la Dirección Técnica de la Selección Colombia, para el certámen del 2000 asumió Jaime ‘Flaco’ Rodríguez, quien tuvo un discreto comienzo en el torneo Apertura, ubicandose en la casilla número 4 de la tabla general. Una inesperada derrota por goleada 5-0, en el Metropolitano ante el Junior de Barranquilla, le significaría al exjugador azul su desceso como estratega y el consecuente nuevo arribo de Diego Edison Umaña, que esta vez prometía incluirse en las finales. Debido a las disposiciones de la ‘Dimayor’ este año la etapa era disputada sólo por cuatro equipos y Millonarios que acababa cuarto en el finalización y quinto en el reclasificación, resultó por fuera, frustrando las aspiraciones técnicas.
Para el campeonato del 2001, Umaña es ratificado manteniendose hasta tres fechas antes de culminar el torneo Apertura y permaneciendo también en el noveno lugar de la clasificación.
Luis Augusto García regresa a Millos, tras fracasar en su intento con la selección por enfrentar las eliminatorias suramericanas al Mundial de Japón y Corea. Lográ un segundo lugar en el Finalización, y disputa la fase Semifinal con América, Caldas y Santa Fe. Con sólo dos puntos, el onceno de la mano de García termina último.
El ‘Chiqui’, amañado en Millonarios, persiste en quedarse para el campeonato del 2002, pero un amplio sector de la hinchada, de los socios y de la prensa en general presionan para que abandone la institución y finalmente el 17 de febrero , luego de un empate sin goles por la cuarta fecha frente a Santa Fe, García se retira de la dirección técnica más no del equipo, pues inventa la figura de ‘Mananger’.
Arriba el estratega serbio-yugoslavo Peter Kosanovic, pero en medio de los constantes lios administrativos reflejados en el rendimiento deportivo, el equipo termina 13 en el Apertura. Tras comprobadas irregularidades, detectadas por la nueva Junta Directiva que llega en Mayo para completar un periodo que se hizo insostenible y que debía finalizar en marzo de 2003, el ‘Chiqui’ debe apartarse del Club, dejando encargado a su asistente el profesor Germán Gutierrez de Piñerez.
Con el ánimo de sanear la institución y de reposicionar al equipo, el Comité Ejecutivo decide nombrar en su remplazo al técnico José Eugenio Hernández, quien había conquistado los títulos de 1996, como Asistente Técnico de Fernando ‘Pecoso’ Castro y de 1998 y Apertura de 2000, como Director Técnico del Deportivo Cali. Con el onceno azucarero había alcanzado además el subcampeonato en el 98 de la ‘Copa Merconorte’ y el mismo honroso lugar en la ‘Copa Libertadores de América’ en la versión del 99.
Sin embargo y contrario a todo pronóstico el reconocimiento de un técnico de prestigio, no merecio una campaña conforme a los esfuerzos procurados por una directiva guiada por los principios de honestidad y amor por la institución y con siete partidos perdidos, cuatro empatados y sólo dos ganados, el 30 de septiembre, un dia después del 1 a 1, ante el Once Caldas oficiando como local, el técnico ‘Cheché’ Hernández junto con su asistente Jorge Amado Nunez, presentan su carta de renuncia cerrando así una serie de cuestionamientos a las manifestaciones de respaldo y ratificación emanadas por el Comité Ejecutivo.
Para dirigir provisionalmente los destinos azules, es designado el profesor Cerveleón Cuesta, quien venía desempeñandose como preparador físico con el Cuerpo Técnico anterior tras las renuncias de Herney Gómez y Luis Fernando Lastra. Cuesta sufrió dos derrotas ante el Tuluá en el ‘Doce de Octubre’ y el América de Cali en el ‘Campín’, pero luego de una ausencia prolongada de victorias, Millos vence al Envigado siendo visitante, con una única anotación del delantero brasileño Marcio Rodríguez Cruz.
Resuelto el proceso jurídico de extinción de dominio del 29.15% de las acciones del club y con la participación resuelta del Estado colombiano, la afición, la prensa bogotana y la directiva azul, esperan con optimismo y ansiedad los vientos de renovación y el cambio propios que supone toda crisis, y que una vez superado el periodo que le abatió, Millonarios retome sus fueros y recupere la jerarquía que le condujo a convertirse en el equipo más laureado en la historia del fútbol nacional.