Millonarios fue el primer equipo colombiano que debutó en la Copa Libertadores de América en 1960, el equipo dirigido en ese entonces por Gabriel Ochoa Uribe.
Dejó huella en la competencia gracias a su participación, donde marcó la primera goleada de visitante, el primer autogol y el primer penalti atajado en la historia de la Copa.
En 1960 comenzó el máximo torneo de clubes del continente, la Copa de Campeones de América (nombre con el que se dio a conocer) debutó con la participación de siete países y un solo cupo para cada uno de ellos.
Por Colombia, Millonarios por ser campeón del torneo local en 1959 se ganó el derecho a participar y en cuatro partidos marcó la historia de la Copa más importante de América.
La primera goleada de visitante
Su primer partido fue ante Universidad de Chile en Santiago el 8 de junio de 1960, el equipo dirigido por Uribe logró debutar con una brillante participación y con seis goles dejó casi sellado su paso a semifinales en el partido de ida, esa tarde en Chile marcaron para Millonarios, Marino Klinger (2), Rubén Pizarro (2), Orlando Larraz y Rodolfo Michelli.
El equipo ‘embajador’ fue el único que avanzó a la siguiente fase sin recibir ningún gol y marcado siete en el global.
Pablo Centurión, el primer arquero en atajar un penalti
El arquero paraguayo, Pablo Centurión, en ese entonces al servicio de Millonarios, empezó a dejar el nombre del club en la historia de la Copa, Centurión sin duda fue uno de los mejores porteros de esa época en el país y lo demostró durante su participación en el torneo siendo el primer arquero en la historia de la Libertadores en atajar un penalti durante el partido ante la Universidad de Chile y que Millonarios ganó 6-0 de visitante.
Delio Noriega marcó en Paraguay el primer autogol de la Copa
El defensor colombiano, Delio Noriega, quedó en la historia de la Copa gracias al infortunado autogol que marcó en el estadio Manuel Ferreira de Asunción, Paraguay, durante el segundo partido de semifinales enfrentando a Olimpia.
La tarde del domingo 5 de julio de 1960 fue quizá una de las más dolorosas para la institución ya que se quedaban fuera de la Copa en semifinales y con un ingrediente extra que fue el autogol que marcó Noriega ante el desconcierto de su arquero Centurión que solo pudo reclamarle su acción.
Noriega derrumbó las intenciones de Millonarios para acceder a la final, pues transcurrían 8 minutos del segundo tiempo y el recién ingresado, tras la expulsión del habitual defensor central Carlos Bolla.
Quiso interceptar de cabeza un centro de costado de los paraguayos, con tan mala fortuna de dirigir el balón al ángulo superior del arco defendido por Centurión y sellar un 3-0 parcial que sentenció la eliminación del equipo en semifinales, el partido terminó 5-1.
Millonarios sin duda fue el primer equipo en dejar huellas imborrables en la Copa, a pesar de su eliminación logró quedar en la historia con dos momentos de gloria y uno para olvidar por la hinchada.
Su primera participación terminó con ocho goles a favor y solo cinco en contra que lo dejaron fuera de pelear la Copa un domingo 'gris' aquel 5 de julio en Paraguay.