Los hombres pasan y las instituciones quedan, aunque hay nombres que siempre serán recordados y asociados a determinados clubes.
John Mario Ramírez, Mario Vanemerak, Ricardo Lunari, Andrés Chitiva, Bónner Mosquera, Osman López y Rafael Robayo, por ejemplo, están íntimamente ligados a la historia de Millonarios.
Ellos se reunieron anoche en el estadio El Campín para jugar una “recochita entre amigos” y rendirle homenaje a John Mario, el último gran 10 bogotano del equipo embajador. También para celebrar la estrella 14, esquiva para algunos de ellos.
“El primer recuerdo que tengo de Millonarios es de cuando hacía fila en oriental para comprar boletas, por allá a comienzos de los 80.
Luego cuando el profesor Luis Augusto García hizo que me compraran y cumplí el sueño de entrenar en la finca”, señala el exvolante bogotano de 41 años de edad, quien jugó además en Medellín (1998), Cali (1999), Tolima (1999), Quindío (2000), Bucaramanga (2001), Santa Fe (2003), Chicó (2005-2006), Pereira (2008), Bogotá F.C. (2009) y la selección de Colombia.
“Antes de debutar con el equipo profesional, me acuerdo de un regaño que me pegó Mario Vanemerak en un entrenamiento, dizque porque no entendía lo que significaba la camiseta azul.
Con los años entendí a lo que se refería, porque Millonarios en lo más grande de la vida”, dice el talentoso futbolista, quien disputó 240 partidos profesionales y marcó 35 goles.
“Mis mejores momentos vestido de azul fueron los subtítulos de 1994 y 1996.
Fue muy emocionante ver a toda la hinchada celebrando. El día más triste fue cuando decidí irme. Ahí me equivoqué, porque nadie me estaba echando”, confiesa el polémico jugador, quien ahora se alista para convertirse en entrenador.