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Mina y el vendaval



Mina y el vendavalEn siete minutos, un cambio en el Pasto hizo que a Millonarios se le vino la noche en el estadio Libertad.
Todavía cuesta creerlo, pasaron cinco horas desde el final del partido y aún la espinita en la cabeza sigue viva. No se entiende qué fue lo que pasó, y cómo fue que un cambio hizo que la historia de un partido en el que dominábamos y mandábamos en la cancha diera un giro de 180 grados para convertir lo que era una presentación esperanzadora en una derrota que prendió las alarmas. Cuesta creer que ese Pasto que durante 60 minutos no mostró nada y parecía visitante en su propia cancha terminó haciendo que nos cantaran el "ole" a grito herido (no hay nada peor que te canten eso estando ahí en vivo). 

Así fue la historia de lo que pasó el domingo en Libertad: Millonarios era amo y señor del partido, lo hacía todo bien hasta que pisaba el área rival o hasta que Cuadrado (que se suma al club de "prono" y Milton Patiño de "soy un arquero cualquiera pero contra Millonarios me agrando y vivo la tarde/noche del año") le salvaba la papeleta al local. Fue ahí cuando entró Mina, y ese Millos que dominaba sintió un vendaval, se le vino la noche encima y en solo siete minutitos lo que parecía un triunfo trabajado se convirtió en una ventaja demasiado larga para remontar que nos dejó dependiendo de ganar o ganar para continuar vivos. 

Ahí, a los 15 minutos del complemento, fue cuando cambió la historia: Mina entró por Villota y Pasto llegó tres veces para hacer tres goles, dos de ellos del mismo Mina. Quien vio y analizó el partido completito puede decir "esto es injusto", pero así es el fútbol y la vida misma: se gana con goles, y nosotros ya habíamos ganado así cuando visitamos a Guaraní en Asunción. 

Millos era amo y señor del partido, Pasto era actor de reparto, Millos intentó diez veces y entre Cuadrado y la mala puntería salvaron al local, Pasto llegó tres veces y las tres terminaron adentro de la red. La historia en los cuadrangulares quedó cuesta arriba pero Millos todavía depende de Millos. Que si nos robaron un penal o Cosme quedó indigesto por lo que se comió en este momento no aplica, la historia dirá que perdimos, que el ingreso de Mina hizo que se nos viniera un vendaval, que nos cobraron todas las que no metimos, y que seguimos sin puntos en las semifinales pero quedan todavía cuatro partidos y las chances siguen intactas. 

Yo no voy a dejar de soñar por dos derrotas, estuve siempre en las peores, esto de Libertad es apenas un kindergarden y este equipo siempre se ha sabido levantar.