Ya es costumbre, siempre es lo mismo. Cuando Millos juega con Ímer Machado dirigiendo, los azules se enfrentan a doce, ya que el central no se cansa de pitarle mal a Millonarios. Ante el Itagüí, el de Casanare tuvo otro partido para el olvido.
El primer tiempo se le terminó saliendo de las manos, primero le sacó una injusta amarilla a Jarold Martínez sin medir con el mismo rasero la infracción de un rival segundos atrás.
Sus decisiones en los últimos minutos del primer tiempo terminaron sacando de casillas al capitán azul, Mayer Candelo, quien tras reclamar airadamente terminó siendo amonestado.
En la segunda etapa, poco se vio Machado, aunque muchos se preguntan si el penal fue penal, y que hubiera pasado si dejaba cumplir los cuatro minutos de reposición.
Quizás sus decisiones no influyeron directamente en el resultado del partido, pero sin duda alguna las amarillas del primer tiempo condicionaros a los azules.
Seguimos esperando que la Dimayor deje de asignarle a Machado los partidos de Millonarios; para ser sinceros no recordamos cuando fue la última vez que no nos sentimos en desventaja con Machado de central.
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